Esta Cofradía se agrupa en torno a una magnífica talla de Cristo Crucificado, agonizante y coronado de espinas, que tradicionalmente ocupó la capilla izquierda, llamada del confesionario, y situada en la misma línea que el altar mayor de la Iglesia parroquial. La imagen llegó a la parroquia alrededor de 1955-56 y se costeó con donativos de los feligreses más la recaudación popular conseguida a base de rifas, representación de teatro o escenografías variadas. La ceremonia de acogida partió de la finca La Zenia y desde aquí se le trasladó a hombros al templo parroquial.
La Hermandad desfila en la procesión del Silencio, el Jueves Santo, y en la del Santo Entierro, el Viernes Santo.
En este año 2008, como novedad se estrena el nuevo Trono que fue bendecido el jueves 13 de marzo de 2008.
Los Cofrades desfilan portando grandes velones de cera, según la antigua usanza, y llevan como distintivo un crucifijo sobre el pecho y corbata granate, los hombres. Les caracteriza la sobriedad y los colores negro y granate.
Precede al paso a modo de estandarte un gran crucifijo con tul blanco.