Introducción

Introducción

El Origen de la Semana Santa en Pilar de la Horadada

La expansión del Cristianismo, es decir, de la creencia religiosa, en Jesús de Nazaret, el Cristo que fue ejecutado en Jerusalén en tiempos del Emperador Tiberio, fue difícil en España, ni siquiera a partir del momento en que se convirtió en religión tolerada tras los edictos imperiales de los años 311 y 313.

En el año IV se puede hablar de conflictos entre el Cristianismo y el Paganismo en Pilar de la Horadada. La clase aristócrata se apegó con fuerza a sus viejas tradiciones paganas.

La lengua original del Cristianismo fue la griega, aunque rápidamente fue adquiriendo mayor importancia entre los latinos, de forma que su lengua fue utilizada como oficial. El Emperador Teodosio declaró la religión cristiana como religión oficial del Imperio Romano en el año 380. El origen y difusión del Cristianismo en Pilar de la Horadada al igual que en el resto de la Península, se hizo especialmente a través de Africa, tal como nos lo demuestran las pruebas arqueológicas, entre ellas la cerámica producida en la zona de Cartago, presente en los yacimientos hispanos.

Los latinos llamaban a la Semana Santa, Semana Laboriosa o Días de trabajo, porque estos trabajos fueron insoportables para el que quería redimir a todos los hombres. Desde los primeros siglos del Cristianismo los ayunos, que en dicha semana se hacían, eran prolongados y las abstinencias mucho más rigurosas que en el resto del año. Algunos de los cristianos de Pilar de la Horadada pasaban más de un día sin probar bocado.

Los príncipes y magistrados cristianos otorgaban el perdón a determinado número de reos, sobre todo condenados a muerte, ya que esta semana se tenía como semana de indulgencia. El emperador Teodosio enviaba cartas de perdón a las ciudades, con objeto de dar la libertad a los prisioneros y conceder la vida a aquellos criminales que la justicia había condenado a muerte.

Cuando los Emperadores romanos se convirtieron al Cristianismo, la Iglesia instituyó como fiesta el Domingo de Ramos, por ser uno de los días más solemnes del año, en el que se veneraba la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén cinco días antes de su muerte. En Pilar de la Horadada, al igual que en otros lugares, el Domingo de Ramos se llamaba el " Día de lavatorio de cabeza", porque en este día se lavaba la parte superior de la cabeza, a los que iban a ser bautizados, sobre todo a los infantes. También era conocido como Pascua Florida a causa de las flores con las que se hacían ramilletes que se llevaban en la procesión, bendecidas junto a los ramos.

Durante el Jueves Santo los primitivos cristianos hacían del lavatorio de los pies un deber de caridad, esta práctica todavía se conserva hoy en los monasterios.

En el año 663, el IV Concilio de Toledo, hizo que el Viernes Santo se cerrarán en España todas las puertas de los templos en señal de luto y tristeza. Mientras tenía lugar el oficio del Viernes Santo en Pilar de la Horadada, el sacerdote, y el resto del pueblo mantenían los pies descalzos por ser una ceremonia de piedad.

La Semana Santa concluía con el Sábado Santo, día que obtuvo el nombre de Pascua, por ser la fiesta donde se celebraba el Misterio de la Regeneración de la Humanidad.

Las Cofradías surgen ya entre los romanos como corporaciones de oficios que tenían un fin religioso, llamadas collegia. Las Cofradías cristianas de Pilar de la Horadada también poseen un antiguo origen. La primera de ellas fue la congregación que formaban algunos devotos con la autoridad del sacerdote, que se ejercitaban en obras de piedad y se caracterizaban por ir revestidos de túnica o manto, y asistían con cirio en las procesiones de Semana Santa.

 Artículo de María García Samper, Directora de la Casa de Cultura del Ayuntamiento de Pilar de la Horadada . Publicado en "Semana Santa 1999. Pilar de la Horadada"